Impresionante salvada por los pelos. Sólo así se puede definir un encuentro que tenía toda la pinta de acabar en una derrota inapelable y al final, conseguimos empatar un encuentro sacando puntos de donde no lo esperábamos.
Unai Garbisu - Gabriel Del Rio.
Turbulenta semana, acompañado de la incertidumbre que suele acompañar al primer tablero de Sestao, no me permitieron preparar demasiado la partida. Aún así, Del Río lleva jugando la francesa toda la vida y es muy difícil sorprenderle con ninguna preparación.
La partida estuvo mediatizada por mi malísima gestión del tiempo. Jugadas fáciles demasiado meditadas me llevó a esta posición en el inicio de la apertura.
Del Río jugó ahora Dd8-d5. Jugada clave para que no le meta una torre en d1 y c1, lo que me dejaría con una clara ventaja muy cómoda. Aquí pensé que no debía meterme en más líos y decidí cambiar damas llegando a un final con ligera ventaja por la debilidad del peón en d5, que podría atacar sin problemas. Cambio y juego Ce3, llegando a esta posición.
Esto era lo que esperaba. Ahora doblo en d1 y d3, ataco el peón y controlo todo. A partir de aquí, puedo intentar maniobrar con el caballo, acercar el rey,... También pensaba que mi rival tenía que jugar Td8 y Td7 para doblar torres, y en ese momento jugar e6, librarme de mi peón de e5 y llegar a una posición igualada. No me parecía que me quedara tiempo para intentar jugar suficientemente preciso para ganar.
Sin embargo... Del Río vio mucho más y jugó 1...a5!?! Muy interesante. Realmente es un sacrificio de peón que Fritz se come sin pestañear. Sin embargo, el silicio también se da cuenta rápidamente que el negro no arriesga nada y que la actividad compensa sobradamente el peón. Humanamente es muy difícil de jugar una posición así. Una posibilidad muy práctica. Después de jugar 2.b5 Cd8!, llevando el caballo a una casilla muy fuerte en e6.
A partir de aquí, está claro que el negro no debe hacer demasiado para recuperar el peón, y yo tengo que buscar las mejores jugadas para defenderme. La verdad es que aquí no supe hacer las más resistentes, y me dejé todo el flanco de dama. En pleno proceso de autoinsultamiento por mi inutilidad, llegamos a esta posición.
El final debe estar ganado para el negro con sus dos peones, pero tiene que tener cuidado. Mi única idea es jugar f5 e intentar crear un peón pasado y algo de contrajuego. Al menos, intentar hacer valer mi mejor rey. Ambos coincidimos que el negro se tenía que haber tenido que preocupar por intentar congelar el flanco de rey con algún h5 previo. Al final llegamos a esta otra posición.
Aquí la partida ya se le ha complicado al negro. Mi torre amenaza penetrar por la columna, buscando continuos, y amenazas a todo el flanco de rey. Si lo evita con Rd7, por ejemplo, cae el peón de b6. Pude elegir entre jugar Tc6 y comerme el peón, cambiando torres, o jugar Tc8+ y seguir jugando activo. Con un minuto en el reloj de forma permanente, elegí lo primero. Analizando ambas opciones no sé todavía qué debí elegir. Después de unas maniobras, llegamos a este final.
Entré aquí porque me parecieron tablas fáciles. Jugué Re4!?. Pensaba que podría jugar rápidamente f5, cambiar todos los peones, y finalmente sacrificar mi alfil por su peón de 'a'. Al final, serían tablas porque sólo quedaría su peón de torre malo. De repente comprobé horrorizado que tiene una fuerte jugada, que Del Río hizo bastante deprisa: Aa3. A partir de aquí ya no tengo tiempo para jugar f5 ni cambiar ningún peón. Jugué Ae3, para evitar que su alfil fuera a c1 y luego mi rey tuvo que ir a toda velocidad a d3-c2 y parar ese peón.
Hay que decir que pongo el signo de interesante a Re4, ya que si se juega en la posición del diagrama directamente Rd3, el negro tiene tiempo para jugar Rc6-Rd5, llegando a un final nada claro.
A partir de este momento llegamos de forma más o menos forzada a esta posición. Del Río jugó Rd4, pero después de Ab4, seguido de f5 fueron tablas pocas jugadas después. Tal vez el negro pudo haber forzado un poco más con g5. Sólo veíamos que a fxg5, Rxe5 y h4 asegura un peón pasado que consigue tablas. La máquina da una alternativa muy lógica (después de verla, claro) Rf3! después de fxg5. Así el blanco no puede jugar h4 ni crear ningún peón pasado. Creo que tengo alguna maniobra defensiva, pero más complicada.
Y para los que hayan aguantado hasta aquí, decir que la partida siguió con 1.Ab4 Ac1 2.f5 Rxe5 3.Ac3+ Rd6 4.Ab4+ Rd7 5.fxg6 hxg6 6.h4 y tablas. Tal vez del Río tuvo su última oportunidad con 2...gxf5 3. gxf5 Rxe5 y ahora 4.fxe6 pierde. Hay que jugar primero 4.Rc2!, ganando un tiempo, antes de tomar en e6, pero necesario para ir directo al flanco de rey. Si no se hace Rc2! y se toma directamente en e6, después de Rxe6, el rey negro está en e6, y contra Rc2 se juega a2 y no hay jaque en c3.
Bueno. Tablas sufriendo lo indecible.
Sergio Trigo - Mikel Ortega
Increíble partida donde Mikel no pudo estar más perdido, pero también un ejemplo de aguante y lo importante que es no perder la concentración por mucha ventaja que se tenga.
Jugada 16 del negro. El rey es una de las piezas más activas. Desde luego, más que la dama, alfil, torres,.... Vamos, un blanco perfecto para todas las piezas blancas. Sergio juega contundentemente, no precipitándose en el ataque y juega 0-0-0 y d4 rápidamente. El negro no encuentra las mejores (había que cerrar el centro inmediatamente con e5) y llegamos a esta catastrófica posición.
La máquina dice que la mejor jugada es Rc7, dejándose la dama y entrar en una posición de -20.57. Ni te cuento. Mikel escoge la "peor" Td5 y el blanco, después de Dg3+ tenía mate en 16.
Este es uno de los momentos clave. Sergio se come la calidad y llega a una posición ganadísima. b4+ era más contundente, ya que contra Rxd4, Cxd5 decide inmediatamente. No hay jugada.
En un principio aconsejo buscar la más fuertes en todos los momentos de la partida, pero en una posición asi, tal vez sea mejor buscar las más sencillas y rematar sin complicarse, tal y como hizo Sergio.
Nueva posición. No es criticable la decisión de devolver la calidad con Txe6, ya que conduce una posición de abandono total del negro, aunque con ese alfil tan pasivo..., con esas piezas..., creo que era más sencillo para el blanco jugar c4. Aunque al negro le quedan más piezas, la poca actividad de las piezas negras hacen imposible cualquier defensa.
Esta es la posición clave de la partida. El blanco tenía la sencilla continuación 1.Dxd6, Rxd6 2.c4, con posición desesperada para el negro. Estoy seguro que esta fue la primera posibilidad que se le ocurrió al blanco, pero sin embargo, jugó b5+, arruinando todo el trabajo anterior. Después de Rc5, el blanco puede intentar jugar a dar mate con De3, aunque no es claro, o entrar en el final de torres parecido, pero con la enorme diferencia del peón en b5. Ahora, después del cambio de damas, contra c4 sigue Rc5 y no se pierde peón.
Sin pasarse, ya que el final está completamente ganado, pero ya es un final que hay que ganar, y hay que hacer las exactas. Mikel inicia un ataque suicida contra el peón de a2 con el rey, llegando a esto.
Y hemos entrado a un final ganado para el blanco, pero que tiene que ser muy preciso. Aquí, con Rf5 y c4 gana sin demasiados problemas. Sin embargo, jugó Ta6 y Rf5. A partir de aquí esto se empezó a poner peor para los intereses de Sestao.
Aquí, el blanco sólo tiene una para ganar. La partida siguió con Rg6, y después de coronar, el negro llega justo por un tiempo a comerse todos los peones y conseguir tablas. Sin embargo, el blanco tenía c4!, y con ese tiempo ganado, es suficiente para ganar.
Sin embargo, la posición ya requería un juego exacto que nos sirvió para puntuar en esta delirante partida.
Momento crítico, donde Mikel consigue su contrajuego.
Sergio Navarrete - Jesús Iruzubieta
Partida en la que no tuvimos muchas oportunidades. Nava fue cazado en plena apertura y rápidamente tuvo que empezar a pensar. Y no para quedarse ligeramente inferior, sino para resolver problemas importantes. Esto es difícil a menudo y no siempre es fácil acertar "en frío".
Aquí hay dos jugadas muy difíciles de hacer. Dd1 y Ab2, principalmente. Ab2 parece peor porque después de Ab4 no se ve qué contestar, pero existe la jugada De3, y elimina la amenaza Da2 porque ahora se dispone de Ac3. De esta forma, el blanco resiste, a duras penas. Dd1 se encuentra con Ab4, y ya no hay forma de deshacer la clavada, con lo que hay que jugar Re2 y la posición empieza a ser mala.
Y después de ver las anteriores partidas, una en la que se remata con tranquilidad. Aquí la máquina dice que Cb4 gana directamente, ya que la dama no tiene casilla para jugar. Sin embargo, la tranquila Ce3! permite una victoria fácil. Ahora es casi obligada Ad4, por lo que a Dg5, amenaza mate, y después de defender con Ta2, Cf5 gana la pieza sin despeinarse.
Desde la redacción de esta crónica, pedimos disculpas a Nava, que se sintió molesto a la hora de hacer el reportaje fotográfico correspondiente.
Javier Marchena - Pablo Urriza.
Estoy obligado a hacer este comentario: La Benoni es una maravillosa apertura para las negras. La Benoni es durísima. Después de miles de partidas donde le han apretado hasta romperle el esternón, críticas durísimas, al fin Pablo ha ganado una partida decentemente y tengo de decirlo. Tendré que esperar 5 derrotas seguidas donde no pase de la tercera para volver a decirle algo.
Pero no es la Benoni, es que Pablo ha estudiado un poco más. Hace algún tiempo ya llegó a una posición similar, y ahora ya sabe que no hay problema haciendo Dh4!?. Javier hizo Axh5, gxh5 y luego siguió con Ae5. La partida se volvió muy confusa, pero parece que las jugadas del negro se encontraban con más facilidad que las del blanco.
Y unas jugadas después, Pablo jugó 1...Ag4, que parecía decisiva, pero curiosamente no lo era. Aquí el blanco tenía que jugar la difícil 2. De3. El truco es que contra 2...Axd1 no hay que tomar directamente el alfil debido a la entrada en g2. Contra 2...Axd1 existe 3....g3!, y luego se toma el alfil sin problemas. Supongo que Javier confiaba en 2.Dg3, buscando el cambio de damas, pero 2...Df6! le deja sin opciones. La dama no se puede ir porque entonces sí seguiría 3...Axd1, pero otras jugadas tampoco funcionan. Tampoco la captura del alfil. La partida siguió con 3.f3, y 3...h4 dejó al blanco sin esperanzas.
Pablo lanzándose en plancha.
Definitivamente, hemos salvado milagrosamente un par de partidas que nos han ayudado a conseguir este resultado que no nos lo esperábamos. Esto nos tiene que animar a seguir apretando los dientes cada partida.
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